La Asociación Lengua Común lamenta la creación de la Academia Aragonesa del Catalán, y que sea el propio Gobierno de Aragón el que fomente este tipo de instituciones sin que exista un debate efectivo por las consecuencias que puede traer la copia de los modelos lingüísticos de las regiones de nuestro entorno.
Desde la Asociación entendemos, además, que no es el momento adecuado, a pocas semanas de las elecciones, para que se anime este tipo de iniciativas y que esto demuestra que, lejos de tener un transfondo cultural, subyacen intereses políticos y de ingeniería social que en nada favorecen a nuestra comunidad en este momento económico y social.
Entendemos igualmente, que esta academia es la materialización del proyecto iniciado con la ley de lenguas de Aragón, y que el conocimiento de lenguas distintas al español, a la larga, marcará el empleo público de la Comunidad de Aragón, tras observar los fines de la Academia, que explicita, en virtud del decreto 89/2011, de 5 de abril, del Gobierno de Aragón, por el que se aprueban los Estatutos de la Academia Aragonesa del Catalán (transcribiendo):
Artículo 2. Fines.
Los fines de la Academia Aragonesa del Catalán son:
a) Investigar y formular las normas gramaticales, en su caso, del catalán en Aragón teniendo en cuenta sus variedades lingüísticas.
b) Inventariar y actualizar su léxico.
c) Estimular el uso, enseñanza y difusión del catalán en Aragón y de sus distintas modalidades.
d) Defender y promover el catalán en Aragón y sus modalidades y velar por los derechos lingüísticos de los hablantes del catalán en Aragón.
d) Colaborar en la formación del profesorado.
e) Establecer el criterio de autoridad en las cuestiones relativas a la normativa, actualización y uso correcto de la lengua catalana en Aragón
f) Asesorar a los poderes públicos e instituciones sobre temas relacionados con el uso correcto del catalán en Aragón, su promoción social, así como sobre la determinación oficial de los topónimos (los nombres oficiales de los territorios, los núcleos de población y las vías interurbanas) y los antropónimos.
g) Las que, en el ámbito de su competencia, le encargue el Gobierno de Aragón.
Destacamos el hecho de que en dos ocasiones, en un año, dos organismos del Gobierno de Aragón, el Departamento de Educación y ahora la Academia Aragonesa de la Lengua Catalana manifiesten de forma expresa y explícita su interés en la promoción, enseñanza y difusión del catalán. Lo que hace pensar que quizás sea cierto y que esa es una de las prioridades u objetivos prioritarios del Gobierno, lo que no fue expuesto ni en la campaña electoral de los partidos que forman el actual Gobierno de Aragón ni tiene trazas de aparecer en los programas electorales de la campaña en ciernes.
La primera, el Departamento de Educación, con la firma (abril de 2010) de aquel convenio de colaboración que nunca se publicó en Aragón (como es obligatorio) pero sí en Cataluña (DOGC núm. 5645 – 08/06/2010): “Que tanto el Departamento de Educación de la Generalidad de Cataluña como el Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón tienen interés en la promoción de la enseñanza de la lengua catalana y en contribuir activamente en la consecución de este objetivo en el ámbito de la educación”.
Y ahora mismo, al especificarse en los puntos c) y d) que los fines de la Academia Aragonesa del Catalán serán: “Estimular el uso, enseñanza y difusión del catalán en Aragón”, “Defender y promover el catalán en Aragón” y “velar por los derechos lingüísticos de los hablantes del catalán en Aragón”.
No apreciamos, en el actual gobierno catalán, que cabe señalar es distinto al que suscribió el mencionado convenio, la reciprocidad que se establece como eje del mismo, y recordamos que, antes bien, la lengua española en Cataluña, lengua madre de numerosos aragoneses que se encuentran en ella, sigue siendo perseguida y discriminada.
Deducimos, finalmente, por el punto g) de sus fines, que se trata de una institución puramente instrumental al servicio de intereses de terceros.
Ante estas prioridades u objetivos de nuestro Gobierno cabría preguntarle a los aragoneses si esas prioridades u objetivos son también los suyos, si los comparten, si desean que se empleen fondos públicos y esfuerzo político en estimular y promover el uso, la
enseñanza y la presumible obligatoriedad del catalán.